Buenos días!
Hace mucho que no comparto recetas pero es que últimamente la vida no me da para más, no penséis que me he olvidado de vosotros pero…ya descubriréis más adelante el por qué ando tan liada!!
Ayer hice una receta muy sencilla que tenía ganas de hacer desde hace tiempo y cuando tengáis algún compromiso o visita para merendar podéis hacerla rápidamente. No me salieron como los mielitos de Astorga, ójala!! porque esos son inconfundibles, pero se le aproximaron mucho.
INGREDIENTES:
– 2 láminas de hojaldre
– 1 taza de agua
– 1/2 taza de azúcar
– 1 taza de miel
– 1 huevo
PREPARACIÓN:
Estiramos la primera lámina de hojaldre teniendo cuidado de que no se rompa y a continuación la pincelamos con huevo batido. Después extendemos por encima la segunda lámina de hojaldre intentando que cuadren bien y volvemos a pincelar por encima con el resto de huevo batido.
Cortamos cuadrados no muy grandes y a continuación y con ayuda de un molde redondo ,o en mi caso de corazón, vamos marcando el centro de cada cuadrado y sacándolo, así nos quedará un agujerito en cada cuadrado. Los trocitos que nos han sobrado también los usaremos después.
Precalentamos el horno a 200° y horneamos el hojaldre durante diez o quince minutos a 180° , o hasta que veamos que ha subido y están doraditos.
Mientras tanto hacemos un almíbar calentando a fuego medio las tazas de agua, miel y azúcar y removemos con cuidado.
Una vez están hechos los hojaldres los vamos bañando de tres en tres ( o los que nos quepan ) en el almíbar, repetimos dos veces para que se impregnen bien.
Los dejamos escurrir encima de una rejilla y volvemos a poner un poquito de miel y azúcar glass.
Y ya sólo nos queda disfrutar de este rico manjar!
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