Reflexiones de una maestra de infantil y primaria en enero!
Al llegar de nuevo a la clase ( esta vez disfrazada de troglodita x el proyecto de la prehistoria q empiezo ahora ) y ver la alegría de los niños al verme, las miradas de ilusión con cada juego y aprendizaje nuevo, sus lágrimas cuando caen y sus risas y alegrías al levantarse.. cómo con el paso del tiempo se han convertido en niños y niñas ‘grandes’ , al ver su evolución en estos años.. algunos incluso gateando en el pasillo cuando entraban en la casita de niños y ahora haciendo sumas con llevadas!
Al escucharles leer , reír, confabular para hacer picardías en el patio..
Al ver los abrazos de otro grupo d mis niños ( que ya están en 4 de primaria) al subir a sustituir a mi compi y estar pegada a ellos diez minutos pq no me soltaban…esa alegría, esa sensación de plenitud cuando ves a tus niños y niñas tan mayores , tan todooo….es sin duda lo mejor de mi trabajo; y ahí , en esos momentos, te olvidas de las contracturas de la espalda, de las reuniones interminables con padres y claustro, de los virus, dires y diretes del día a día, te olvidas incluso del abandono de la administración y de la poca confianza de la sociedad hacia tu labor, te olvidas de tu tiempo , muchas veces, para poder dar lo mejor de ti en el día a día del aula, te olvidas de todo menos de lo más importante, de ellos…POR y PARA ellos, nuestros peques, seguimos y seguiremos en el barco.






